miércoles, 23 de julio de 2014

El ACNÉ

El acné es una inflamación de las unidades pilosebáceas de ciertas áreas del cuerpo (cara y tronco) que ocurre con mayor frecuencia en la adolescencia y se manifiesta como comedones (acné comedonal), papulopústulas (acné papulopostular), o nódulos y quistes (acné noduloquístico y acné conglobata).
El Acné es una afección de la piel caracterizada por la presencia de barros (granos llenos de pus) y espinillas (puntos negros) en cara, espalda, pecho, hombros y cuello. Su formación depende de las hormonas sexuales masculinas (andrógenos, que también se encuentran en el organismo de las mujeres), pues estimulan las glándulas sebáceas y, en consecuencia, éstas producen exceso de sebo o grasa. Una porción lubrica la epidermis y la que no puede salir da lugar a la formación de una protuberancia que obstruye los poros.

Asimismo, en la piel hay una bacteria llamada Propionebacterium acnes, que en condiciones normales es inofensiva, pero cuando entra en contacto con un poro obstruido provoca la aparición de granos y puntos negros. Es importante tener en cuenta que el consumo de alimentos como el chocolate, embutidos y aguacate no tiene relación alguna con el acné, afección que regularmente daña a la mayoría de los adolescentes.

Causas
- Las hormonas masculinas, presentes tanto en hombres como en mujeres, estimulan las glándulas sebáceas para generar la grasa que lubrica la epidermis; la que no puede eliminarse forma un abultamiento que obstruye los poros.
- Presencia de la bacteria Propionebacterium acnes.
- La producción de grasa se determina por factores hereditarios.
- Cambios hormonales durante la pubertad, pues estimulan la secreción de sebo.
- Durante los días próximos a la menstruación y en el embarazo surgen con mayor facilidad, pues en estas etapas hay mayor producción de hormonas.

Síntomas
- Mayor secreción de sebo determina que la piel pueda sentirse grasosa.
- Aparición de granos llenos de pus (barros) y puntos negros (espinillas) en frente, nariz, mejillas y espalda.
- En ocasiones produce dolor.
- Inflamación y enrojecimiento en la zona afectada.

Diagnóstico
- Se realiza con base en los síntomas antes citados.
- El médico debe revisar la piel y determinar si se trata de acné común, porque en ocasiones una erupción cutánea similar a este padecimiento puede ser consecuencia del uso de algunos maquillajes, lociones o cremas.

Prevención
- Se puede recurrir a cremas y geles que ayudan a evitar la aparición de esas lesiones. Asimismo, hay productos que reducen la cantidad de grasa en la piel, como jabones y lociones astringentes.
- No se deben exprimir los barros y espinillas porque se corre el riesgo de infectarlos.
- Evitar los cosméticos que contengan aceites porque favorecen el desarrollo de este tipo de afecciones; pueden elegirse los "no comedogénicos", es decir, aquellos que no fomentan la formación de barros y espinillas.
- Es importante retirar el maquillaje con agua y jabón para evitar que el acné empeore o aparezca otro tipo de daño.

Tratamiento
- Se recomienda lavar la piel afectada dos veces al día con jabón antiacné o neutro. La limpieza debe ser moderada para evitar que se produzca resequedad y que las glándulas sebáceas trabajen más de lo normal.
- Se recomienda usar cremas, geles y jabones que combatan el acné, disponibles sin receta.
- No deben pellizcarse ni exprimirse los barros porque ello incrementa el dolor e inflamación , así como el riesgo de cicatrices.
- Si después de dos o tres meses no se obtienen resultados satisfactorios, debe consultarse a un dermatólogo para que indique un tratamiento más agresivo.


Amplia tu vocabulario
Bacteria: Cualquiera de los pequeños microorganismos unicelulares de la clase Esquizomicetos. Este género tiene diferentes morfologías, pudiendo ser esféricos (cocos), con forma de bastones (bacilos), espirales (espiroquetas) o con forma de coma (vibrios).
Glándula: Cualquiera de los numerosos órganos del cuerpo, constituida por células especializadas que secretan o excretan productos sin relación con su metabolismo normal.
Hormona: Sustancia química compleja producida en una parte u órgano del cuerpo que inicia o regula la actividad de un órgano o grupo de células en otra parte del cuerpo.
Inflamación: Respuesta protectora de los tejidos del organismo ante una irritación o lesión. La inflamación puede ser aguda o crónica; sus signos cardinales son enrojecimiento (rubor), calor, tumefacción (tumor) y dolor, acompañado de impotencia funcional.
Prevención: Cualquier acción dirigida a prevenir la enfermedad y a favorecer la salud para evitar la necesidad de una asistencia sanitaria primaria, secundaria o terciaria.
Síntoma: Indicación subjetiva de una enfermedad o de cambio en la enfermedad según percepción del paciente. Muchos síntomas van acompañados de signos objetivos, como el prurito. Algunos síntomas se pueden confirmar objetivamente, como el adormecimiento de una parte del cuerpo que no responde a un pinchazo de alfiler.
Tratamiento: Asistencia y cuidados proporcionados a un paciente para combatir, mejorar o prevenir la enfermedad, trastorno o lesión. Método para combatir, mejorar o prevenir una enfermedad, trastorno o lesión.

Bibliografía:
www.saludymedicinas.com.mx

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