La responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones, o el cuidado al tomar decisiones o realizar algo. La responsabilidad es también el hecho de ser responsable de alguien o de algo.
Responsabilidad, se utiliza también para referirse a la obligación de responder ante un hecho.
Procede del latín responsum, del verbo respondere, que a su vez se forma con el prefijo re-, que alude a la idea de repetición, de volver a atrás, y el verbo spondere, que significa "prometer", "obligarse" o "comprometerse".
El valor de la responsabilidad
La responsabilidad se considera una cualidad y un valor del ser humano. Se trata de una característica positiva de las personas que son capaces de comprometerse y actuar de forma correcta. En muchos casos, la responsabilidad viene dada por un cargo, un rol o una circunstancia, como un puesto de trabajo o la paternidad.
En una sociedad, se espera que las personas actúen de forma responsable, ejerciendo sus derechos y desempeñando sus obligaciones como ciudadanos. En muchos casos, la responsabilidad obedece a cuestiones éticas y morales.
La responsabilidad se considera una cualidad y un valor del ser humano. Se trata de una característica positiva de las personas que son capaces de comprometerse y actuar de forma correcta. En muchos casos, la responsabilidad viene dada por un cargo, un rol o una circunstancia, como un puesto de trabajo o la paternidad.
En una sociedad, se espera que las personas actúen de forma responsable, ejerciendo sus derechos y desempeñando sus obligaciones como ciudadanos. En muchos casos, la responsabilidad obedece a cuestiones éticas y morales.
Ejemplos de responsabilidad
Puntualidad
Llegar a tiempo es uno de los signos más emblemáticos de la
responsabilidad. Implica, por un lado, que la persona es capaz de gerenciar su
tiempo de manera provechosa. Por otro lado, implica que respeta el tiempo de
los demás y, por lo tanto, respeta la dignidad personal del otro.
Además, la puntualidad expresa buena disposición. Este
principio se puede extender a la entrega puntual de las tareas y obligaciones
requeridas en los estudios o en el trabajo.
Prevención y preparación
Estar preparado para toda situación es un signo claro de
responsabilidad. Cuando una persona es responsable, anticipa los escenarios a
los que debe enfrentarse y se prepara en función de ellos, mediante la
adquisición de herramientas básicas, sean intelectuales o de otra naturaleza.
Las personas responsables se preparan para situaciones
cotidianas así como para situaciones de emergencia. En el primer caso, un
ejemplo es el estudiante que, anticipándose a la programación académica,
prepara el tema con antelación antes de asistir a la clase.
En el segundo caso, podemos citar como ejemplo aquellas
personas que siempre tienen al día los kits de primeros auxilios en
la casa, la oficina o el vehículo.
Diligencia
La diligencia es la cualidad de actuar tan pronto como una
necesidad se presenta, lo que permite dar solución al problema por un lado, y
evitar que este se agrave por el otro. Es, de hecho, el principio contrario a
la procrastinación, que consiste en postergar la responsabilidad hasta el
último momento.
Compromiso
Una persona responsable se compromete e involucra con las
actividades que realiza. El compromiso se traduce en actitudes de atención,
empeño y participación activa en la toma de decisiones y en las tareas, así
como en el trato solidario y respetuoso con los demás miembros del equipo.
Proactividad
La proactividad se entiende como la actitud de tomar
iniciativas creativas y saludables para dar solución a determinados problemas o
para mejorar el entorno inmediato, sea familiar, escolar o laboral.
Esta actitud permite a la persona tomar rápidamente el
control de situaciones que pueden, eventualmente, convertirse en escenarios de
conflicto, lo que minimiza los daños o, simplemente, los evita.
La proactividad supone, asimismo, la buena disposición de la
persona ante el trabajo, lo que implica que no necesita recibir órdenes para
saber qué tiene que hacer y empezar a hacerlo.
Excelencia en el cumplimiento de las obligaciones
Sea en los estudios, en la casa, en el trabajo o en la vida
ciudadana, las personas responsables cumplen son sus obligaciones con buena
disposición y lo hace con excelencia, motivo por el cual se destacan en el
cumplimiento del deber.
Las personas responsables no solo cumplen con sus
obligaciones, ya que esto lo hace cualquiera que esté presionado por la
autoridad. Las personas responsables dan lo mejor de sí en el cumplimiento de
sus obligaciones, es decir, se esmeran en lograr un trabajo de la mayor calidad
posible, que satisfaga las necesidades del entorno e, incluso, las supere.
Decir que no cuando es necesario
Parece confuso, pero decir que sí a toda propuesta o
petición, sin tomar en consideración el tiempo disponible o nuestras
capacidades, es irresponsable. Parte de ser responsable es ser valiente para
decir que no cuando vemos que no hay condiciones para garantizar un buen
desempeño.
Una persona responsable debe evaluar si será realmente capaz
de dar cumplimiento a un nuevo compromiso, sea que se le haya solicitado o sea
que surja de su propia motivación. De lo contrario, puede afectar negativamente
el desarrollo de los proyectos y, en consecuencia, pierde su buena reputación,
lo que puede traerle un costo a futuro.
Aceptación de los errores y sus consecuencias
Ser responsable no es equivalente a ser perfecto. Por ello,
una persona responsable es capaz de reconocer sus errores y tomar de inmediato
las acciones correctivas. Esto quiere decir que aceptar un error y asumir sus
consecuencias, del tipo que sean, es un rasgo de una personalidad responsable.
Culpar a otros o a las circunstancias por fallar en el
cumplimiento de las labores es, a todas luces, una actitud irresponsable. Las
personas responsables no culpan a los demás, pues comprenden que esto no
justifica su actuación y que tampoco permite hallar una solución a los
problemas causados. Así, quien es responsable participa de la solución del
problema que originó.
Cuidado del ambiente
Buscar el bien común es parte de la responsabilidad. Por
ello, cuidar el ambiente es una actitud esencial de las personas responsables.
Una persona que comprende que el ambiente debe ser cuidado,
es porque primero ha entendido que los daños ambientales son ocasionados por la
acción humana y, por tanto, reconoce su responsabilidad en el resguardo del
ambiente para el bien común.
Así, una persona responsable coloca la basura en los lugares
destinados para ello, recicla, ahorra el agua y la energía, opta por un consumo
responsable, participa de actividades ecológicas y promueve la conciencia
ciudadana a este respecto.
Participación ciudadana
La responsabilidad como valor social se expresa en la
participación ciudadana. Una persona responsable participa, de una manera u
otra, en las actividades comunitarias y ciudadanas, de acuerdo a sus
capacidades, conocimientos, habilidades y disponibilidad.
Por ejemplo, participar en las asambleas comunitarias,
actividades parroquiales, tareas de voluntariado, jornadas de limpieza,
proyectos vecinales, organizaciones no gubernamentales, partidos políticos y,
sobre todas las cosas, participar por medio del voto informado y
consciente.
Mantenimiento del orden y la limpieza en el hogar
Las personas responsables velan por el mantenimiento del
orden y la limpieza dentro de su hogar. Hombres y mujeres responsables
participan de las actividades de la casa y ayudan a mantener un ambiente
saludable y respetuoso.
Una casa limpia y ordenada es signo de que sus miembros son
responsables en el cumplimiento del deber, tienen una actitud proactiva, son
diligentes, son prevenidos y están preparados para cualquier escenario.
Facturas al día
Pagar las facturas a tiempo y mantener las deudas al día es
parte de una actitud responsable. De hecho, es un criterio de la banca para
aumentar los montos de las tarjetas de crédito o para otorgar créditos
adicionales.
Quien mantiene sus facturas al día (pago de servicios,
impuestos, tarjetas de crédito), mantiene el orden de sus finanzas y abre
oportunidades para la planificación económica y la inversión.
Ayudar a otros a ser más responsables
El último nivel de la responsabilidad es, pues, ayudar a
otros a ser más responsables. Esto implica ayudar en la transmisión de valores
para actuar de manera consciente en el entorno social.
La persona responsable se compromete en la formación de
otros y los guía en el compromiso de la responsabilidad familiar, estudiantil,
laboral, ambiental y ciudadana.
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