lunes, 12 de enero de 2015

LOS DETALLES QUE PROTEGEN

Sobre todo para aquellos que pierden la paciencia muy fácilmente.
Después del 11 de septiembre, una empresa que tenía sus oficinas cerca del WorldTrade Center invito a ejecutivos y empleados de otras compañías que habían sido afectadas por el ataque a las Torres Gemelas, para compartir su oficina a fin de que pudieran reiniciar temporalmente sus operaciones.

En una reunión de la mañana, el jefe de seguridad conto historias de por qué su gente estaba viva y todas tenían que ver con pequeños detalles como estos:
Al director de una  compaña se le hiso tarde porque era el primer día de kínder de su hijo. Una mujer se atrasó porque su despertador no sonó a tiempo. A uno se le hizo tarde porque se quedó atorado en la carretera en la que había un accidente

A otro sobreviviente se le fue el autobús; alguien se tiró comida encima y necesito el tiempo para cambiarse; uno tuvo un problema con su auto, que no arranco; otra regreso a contestar el teléfono; otra ¡Tuvo un bebe! Y otro no consiguió un taxi, y una familia se quedó en casa porque su pequeño hijo se cayó de la cama y rompió la clavícula. Pero la historia que más me impresiono fue la de un señor que se puso un par de zapatos nuevos esa mañana, y antes de llegar al trabajo le había salido una ampolla. Se detuvo en la farmacia por una curita y por eso está vivo hoy.

Ahora, cuando me quedo atorado en el tráfico, cuando pierdo un elevador, cuando regreso a contestar un teléfono, y muchas otras cosas que me desesperan, pienso primero: “Este es el lugar exacto en el que debes estar en este preciso momento”.

La próxima vez que tu mañana te parezca enloquecedora, los niños tarden en vestirse, no logres encontrar las llaves del auto, te encuentres todos los semáforos en rojo no te enojes ni te frustes; recuerda que alguien está cuidándote.
Si cambias de perspectiva, como lo dice esta lectura, lo más seguro es que empieces a ver muchos más guardianes que te cuidan.
¿Has pensado por que suceden ciertas cosas de manera coincidencial? ¿Está el universo perfectamente sincronizado?
¿Sera que la casualidad no existe, y si existe la “casualidad”?


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